¡Me estoy estresando!

Todos estamos de regreso de las vacaciones, volvemos a la rutina (laboral, familiar, escolar o todas a la vez) y esto nos estresa un poco… o un mucho. Hoy os hablo sobre qué herramientas tenemos a nuestro alcance para poder manejar momentos puntuales de estrés.

Porque todos tenemos estrés, de una forma o de otra: la mujer emprendedora tiene estrés, el cajero del supermercado, la persona que lleva una casa, la familia que se cambia de hogar, el abuelo que cuida de los niños, la adolescente que necesita encajar entre sus amigos, el animal que se muda de casa. Yo tengo estrés 😊.

Definir el estrés es difícil porque se presenta bajo muy diversas formas y cada persona lo percibe de una forma diferente. Hay tantos tipos de estrés como personas que lo padecen. Lo que para una es estrés, para otra puede ser un desafío.

Veamos todo lo que podemos hacer para poner un punto y aparte en nuestras vidas respecto al estrés.

  • RECONOCER EL ESTRÉS: uno de los pasos fundamentales es mirarnos al espejo y poder reconocer en nosotras esos signos de estrés, otro es reconocer la fuente o fuentes de estrés para poder actuar frente a ellas.
  • pies caminando por camino verde
  • EJERCICIO: cualquier técnica que nos permite disminuir la tensión, tanto física como emocional nos ayudará a recuperar el equilibrio. Y si lo hacemos en la naturaleza mejor: prácticas suaves como el yoga, nadar, caminar, chikung o taichí nos ayudarán. Os dejamos aquí un video de chikung específicamente diseñado para tratar el estrés.
  • RESPIRACIÓN, RELAJACIÓN Y MEDITACIÓN: lo meto todo junto pero cada apartado requeriría de un gran espacio para hablar en profundidad. Todos impactan sobre nuestro sistema nervioso, equilibrando los hemisferios y permitiendo su relajación.
  • ALIMENTACIÓN: Es una herramienta potente, sencilla y muy eficaz al alcance de todos. 

1. DEBEMOS EVITAR LOS ALIMENTOS NEGATIVOS

    • Gluten (con quitarnos el trigo, ya notaréis un antes y un después).
    • Grasas saturadas, sal y condimentos
    • Las harinas refinadas (blancas), el azúcar blanco de mesa; y por supuesto, los productos procesados que los contienen en cantidades ingentes.
    • Sin excitantes: alcohol, té, café, tabaco (sobreexcitan el sistema nervioso simpático).
    • Reducir las carnes rojas, si nos son de pasto o ecológicas

2. DEBEMOS INCLUIR ALIMENTOS BENEFICIOSOS

    • Beber abundante agua
    • Alimentos antioxidantes (aceites vírgenes, fruta, zanahorias, boniatos, calabaza, cereales integrales, frutos secos y rojos, cúrcuma, jengibre, brócoli) que nos proporcionan betacarotenos, vitaminas del grupo B y vitamina C
    • Una dieta anti-inflamatoria (rica en ácido grasos esenciales omegas 3 y 6) esenciales para el equilibrio de nuestro cuerpo.
    • Mucha fruta y verdura que nos inunde de vitaminas y minerales antioxidantes. Alimentos ricos en triptófano que por un lado generan serotonina (hormona de la felicidad) y desde esta la melatonina para poder descansar correctamente (pavo, pollo, yogurt natural mejor de cabra, almendras y semillas de girasol).
    • Optaremos cereales integrales (avena, espelta, centeno, trigo, maíz, arroz) ricos en vitaminas del grupo B, zinc y magnesio como verdaderos elementos antiestrés.
    • Y legumbres para que nos proporcionen fibra, vitaminas del grupo B, zinc, calcio y magnesio y energía de una forma más lenta y prolongada y quitarnos la necesidad de estar comiendo constantemente.
    • Ayuno intermitente de 12 horas.
  • HIDROTERAPIA: Un baño templado con 10-15 gotas de esencia de lavanda o romero, una sauna, ejercen efecto de relajación muscular, alivian las tensiones y tonifican el sistema nervioso. Dice un proverbio vikingo que “en la sauna se evapora hasta la ira”.
  • FITOTERAPIA: con efecto equilibrante del sistema nervioso (espino blanco, pasiflora, valeriana, tila, manzanilla). Una infusión templada de una mezcla de ellas nos aporta relajación al instante.
  • SUPLEMENTACIÓN: cuando hay un estado de estrés instaurado hay que ser conscientes de la necesidad de tomar una suplementación diaria. Tenemos o hemos tenido demandas más elevadas de lo normal en nuestro organismo y muchos nutrientes se han agotado; debemos apoyar la función de las glándulas adrenales y reforzar las partes de nuestro cuerpo que se han visto más afectadas por el estrés. Sólo con la alimentación es IMPOSIBLE CONSEGUIR NIVELES TERAPÉUTICOS DE LOS NUTRIENTES AGOTADOS A CAUSA DEL ESTRÉS.

Hablar de suplementación de una forma genérica es difícil, pero hay unas pautas generales que podemos adoptar y que nos van a ayudar.

    • VITAMINAS DEL COMPLEJO B: tienen efecto calmante y relajante del sistema nervioso, reducen el agotamiento nervioso, liman síntomas como la irritabilidad, la ansiedad, la tensión o el insomnio. Un compuesto de B50, 1 a 3 comprimidos al día puede ayudarnos enormemente. Me gustaría comentar la importancia de la B5, B6 y B9 en estos procesos.
    • VITAMINA C: en estrés se reducen considerablemente los niveles de esta vitamina. Su poder antioxidante la hace esencial en la recuperación del sistema.
    • COMPLEJO MULTIMINERAL: que asegura el aporte y balance en cantidades de calcio, magnesio, selenio, zinc y potasio, importantísimos para esta situación.

Mejor personalizar el plan terapéutico por un terapeuta profesional (debemos entender las posibles interacciones entre distintos tipos de suplementación y con la medicación que podamos estar tomando).

Todos los cambios deben introducirse paulatinamente, poco a poco para recuperar el estado de equilibrio de nuestro cuerpo y nuestra mente. Para lo que necesitéis, estaré encantada de ayudaros.

Importante ir progresivamente, con respeto a nuestros ritmos y necesidades ¡no nos podemos estresar!

Os dejo el link a una sesión online sobre estrés, hablando de otros aspectos interesantes en esta situación tan común en nuestros días.

No esperes ni un día más para dar el primer paso en el nuevo camino de recuperar tu equilibrio.